La casa de apuestas más importante del Reino Unido, William Hill, continúa con su plan de expansión en alguno de los países de habla inglesa más importantes del mundo. La conocida casa de apuestas parece haber puesto sus miras en el mercado australiano, no en vano acaba de comprar por unos 30 millones de euros la casa de apuestas australiana Tom Waterhouse, lo que ha provocado los recelos de las autoridades australianas de juego, en concreto de la Australian Churches Gambling Task Force (ACGTF)..
Las principales protestas de los organismos de regulación australianos van encaminados a que ahora William Hill también va a poseer la lista de clientes que tenía Tom Waterhouse, con lo que les podrá ofrecer a los clientes de esta última ofertas totalmente personalizadas. Por ello, se pueden ver perjudicados no solo los jugadores noveles, sino los más expertos. Asimismo, las casa de apuestas podrá ofrecer mejores ofertas a aquellos que acaban de perder, (para incentivar a seguir jugando) mientras que a los ganadores les será más difícil encontrarlas (para que no ganen más, evidentemente).
La casa de apuestas británica ha salido al paso de estas acusaciones del ACGTF y ha afirmado que las casas de apuestas han hecho las cosas así de toda la vida y que, de hecho, una de sus maneras de ganar dinero es conocer el perfil de los jugadores que entran en la página.
La polémica está servida, sobre todo porque no es la primera casa de apuestas británica que compra William Hill. En marzo de este año, William Hill dio un gran efecto de mercado al comprar por 670 millones de dólares Sporting Bet, una de las casa de apuestas más importantes de Australia. Sin embargo, parece que no se van a detener ahí, o al menos eso piensan los círculos del mundo del juego en Australia.
