En la Unidad de Integridad del Tenis (TIU) saltaron las alarmas a raíz del partido que protagonizaron hace unos días el brasileño Thiago Monteiro y el ucraniano Alexandr Dolgopolov, por la Primera Ronda del ATP 250 de Winston-Salem.
Resulta que Monteiro, número 114 del ranking mundial, se impuso con comodidad y claridad por un sólido doble 6-3, en apenas 55 minutos de juego. Esto levantó sospechas en aficionados, periodistas y también en la TIU, empezando porque Dolgopolov (63° del mundo) no tuvo a favor ni una sola oportunidad para quebrar el servicio del sudamericano y tampoco evitó las tres con las que contó su rival.
De todas maneras, lo más llamativo tuvo que ver con la gran cantidad de dinero apostado por la victoria de Monteiro que se registró en diferentes operadores, fundamentalmente porque Dolgopolov era el gran favorito para quedarse con el triunfo. A partir de esto, muchas casas de apuestas decidieron no aceptar las jugadas e informar a las autoridades competentes.
En la antesala del evento, Dolgopolov pagaba alrededor de 1.20, al tiempo que la cuota por la victoria de Monteiro rondaba los 4.33 euros por cada euro apostado. Está claro que, de demostrarse lo que se sospecha, el ucraniano, quien no es la primera vez que está en el ojo de la tormenta por este tema, podría quedar suspendido de por vida para jugar torneos ATP.
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