La casa de apuestas Paf se convirtió hace dos años en la primera casa de apuestas que establecía un límite a las pérdidas anuales de sus jugadores, con el objetivo de convertirse en una marca líder en cuanto a juego responsable.
En un primer momento, este límite de pérdidas se estableció en 30.000 euros anuales. Un año más tarde se redujo a 25.000 euros. Ahora, Paf va todavía un paso más allá y reduce otros 5.000 euros el límite hasta dejarlo en 20.000 euros.
Esta iniciativa sigue confirmando a Paf como una empresa líder del sector en términos de juego responsable. La reducción del límite de pérdidas de los jugadores supondrá para Paf una disminución de sus ingresos de 2 o 3 millones de euros. Sin embargo, a la compañía finlandesa no le importa y aboga por el respeto y preocupación por sus usuarios.
Christer Fahlstedt, director ejecutivo de Paf, ha señalado que están “orgullosos de haber podido reducir nuestro límite de pérdidas hasta en un tercio en solo dos años. Nuestro límite máximo es muy efectivo para frenar a los grandes apostadores, y previene las tragedias personales que pueden darse cuando se pierden grandes cantidades”.
El objetivo de Paf es convertirse en el líder mundial de juego responsable (si no lo es ya) y cuenta con muchas otras iniciativas, como psicólogos para ayudar a los usuarios con problemas por culpa del juego.
No hay que olvidar que Paf es un rara avis dentro de la industria del juego. Se trata de una compañía sin ánimo de lucro cuyas ganancias se invierten para la labores sociales y comunitarias en la comunidad de Aland, en Finlandia, donde la organización tiene su sede.
Sin duda, Paf sigue siendo un ejemplo para otras empresas del sector y, de hecho, muchas ya están tomando nota de sus iniciativas para mejorar su imagen de cara al público y a las instituciones.
