El FC Barcelona ha pasado de la euforia ante la posibilidad de un posible ‘triplete’ nacional a las dudas y el nerviosismo por la eliminación de la Copa del Rey por el Real Madrid tras una durísima goleada por 0-4 en el partido de vuelta.
Así pues, más allá del ‘tremendismo’ con el que se suele vivir el fútbol, quiero explicar un poco los problemas que sigue teniendo el Barcelona y aportar alguna posible solución para la próxima temporada.
Los problemas del FC Barcelona
Ausencia de gestión emocional en las eliminatorias. El FC Barcelona, ya desde la temporada 2016/17, es incapaz de gestionar emocionalmente un partido de eliminatoria (especialmente en Europa), cuando el marcador se le pone en contra. Un arte que el Real Madrid domina a la perfección y que explica que sin necesidad de ser superior al rival de forma continuada haya logrado ganar tantas Champions League en los últimos años.
Es curioso comprobar cómo hace una semana en Liga el Barcelona mostró una gran personalidad para reponerse al 0-1 en contra del Real Madrid, y unos días después en Copa al ser una eliminatoria volviera a derrumbarse por completo y a volverse ‘completamente loco’ sin ningún tipo de orden ni calma para seguir con el plan de juego establecido.
Falta de calidad diferencial en el apartado ofensivo. El sistema de ‘4 centrocampistas’ que Xavi Hernández estableció hace unos meses le ha proporcionado una gran solidez defensiva y muy superior a la que contaba con el 4-3-3, especialmente en las transiciones tras pérdida. Sin embargo, el contar con un atacante menos provoca que los dos delanteros y los centrocampistas ofensivos del ‘cuadrado’ del centro del ampo tengan que asumir mayores responsabilidades goleadoras.
Con la lesión de Dembélé, Pedri y el bajón en el rendimiento del Lewandowski tras el Mundial, el Barcelona se ha encontrado en una situación en la que los atacantes de rotación (algunos titulares ahora) han sido incapaces de incrementar el volumen ofensivo del conjunto azulgrana, ya sea generando ocasiones con desbordes individuales o materializando las jugadas con goles, asistencias o pases clave.
Cómo mejorar al Barcelona 2023/24
Aunque la situación económica del Barcelona no permite ser muy optimista de cara a posibles incorporaciones para la próxima temporada, el mercado ofrece grandes oportunidades de jugadores que terminan contrato, así como de otros fichajes que obligaría a realizar ciertas ventas.
Esta temporada Xavi Hernández ha dado oportunidades de sobra a todos los futbolistas para poder definir con claridad su mejor rol en el equipo y el rendimiento que pueden llegar a ofrecer en las temporadas inmediatas.
En la defensa todo parece bastante definido con Koundé como lateral derecho corto, Balde como carrilero izquierdo largo y Christensen con Araújo en el eje de la zaga. Además, si añadimos la posibilidad de que el central uruguayo también juegue como lateral derecho es evidente que esa línea no necesita muchos retoques más allá de la posibilidad de un lateral largo en derecha para igualar el potencial ofensivo de la banda izquierda o la llegada de un central (todo parece indicar que será Íñigo Martínez) para cubrir el hueco de un Eric García ante el que se le presenta su última oportunidad de poder triunfar en el Barça como pivote defensivo.
En el centro del campo Frenkie De Jong ha ofrecido su mejor rendimiento jugando en ‘doble pivote’ con un compañero que le hiciera las coberturas y le ayudara a sacar el balón de forma más limpia. Gavi pegado a la banda desaprovecha bastante sus cualidades, ya que a pesar de esa fama de bregador el joven futbolista es bastante más técnico y decisivo en los metros finales de lo que está mostrando hasta ahora. Pedri en la mediapunta se ha convertido en el futbolista clave del proyecto, mientras que Kessie es un perfil distinto al resto de centrocampistas al aportar físico en las disputas y calidad en las llegadas. En este caso, Gundogan y Amarabat serían las mejores opciones. El alemán para dar la alternativa a Gavi y Kessie, y el marroquí como sustituto de Busquets para seguir potenciando a un De Jong que es ya clave en el equipo.
En la delantera hay superávit de futbolistas pero donde sólo Lewandowski y Dembélé (en ocasiones) están rindiendo al nivel esperado. Ferrán Torres únicamente saca parte de su talento esperado como extremo derecho, aunque tengo la sensación de que su mentalidad es demasiado frágil para competir regularmente en un equipo top. Los problemas físicos de Ansu Fati no le están permitiendo recuperar su instinto goleador, por lo que quizás una cesión, por ‘doloroso’ que parezca, a un equipo ‘Champions’ con menos presión pueda servirle para recuperarse del todo. En el caso de Raphinha tenemos a un mediapunta jugando de extremo con escaso desborde individual ante defensores de gran nivel, por lo que su ‘camino’ debería ser la reconversión a mediapunta-interior en el ‘cuadrado’ del centro del campo, ya que sin duda su principal virtud es la enorme técnica de su zurda.
De este modo, un futbolista como Messi, más allá de la posible implicación en la presión que pudiera realizar, devolvería el juego interior al Barça que con la ausencia de Pedri es prácticamente inexistente, siendo capaz de desbordar en carriles interiores y aunando la creación de oportunidades con la finalización.
En definitiva, creo que para la próxima temporada Xavi tratará de recuperar el 4-3-3 pero intentando que el equipo muestre la misma solidez defensiva con tres en el medio que con cuatro y aportando un atacante extra que genere como un centrocampista y marque diferencias en los últimos metros como un delantero.