El prestigioso operador del Reino Unido acaba de anunciar buenos augurios con relación a lo que será el balance de 2017, previsto para febrero próximo. Sin embargo, también tiene motivos de preocupación.
En este caso, William Hill comunicó que actualmente se encuentra revisando su situación en el mercado australiano, considerado uno de los más liberales del mundo.
Es precisamente en el país oceánico donde podría tomar medidas drásticas si no cambian algunas condiciones que día a día complican el contexto empresarial, como por ejemplo la represión regulatoria sobre las ganancias que alega la compañía.
El juego australiano representa aproximadamente un 7% de los ingresos totales de William Hill, que en este momento analiza seriamente vender la división. Otra opción que la empresa británica tampoco descarta es llevar a cabo una fusión con un socio local.
En Australia, el juego mueve cerca de 18.000 millones de dólares por año y se estima que los adultos australianos pierden un promedio de 911 dólares anuales en juegos de azar, cifra que los coloca en la parte alta del ranking.
“Dada la prohibición de apuestas crediticias en Australia y la posible introducción de un impuesto sobre el consumo en varios estados, está claro que la rentabilidad estará cada vez más presionada y por lo tanto estamos llevando a cabo una revisión estratégica de nuestro negocio en Australia”, explicaron desde William Hill.
