Hace unos días hacíamos referencia al escándalo que se desató tanto en la República Checa como en Eslovaquia a raíz del arreglo de partidos, un fenómeno que parece no tener solución entre el deporte (el fútbol, en este caso) y las apuestas. La historia se repite, esta vez en Australia.
Recientemente, la Policía local ha logrado desbaratar una red internacional que se dedicaba a la manipulación de apuestas en el mercado asiático, la cual habría recaudado -al menos en el pasado más cercano- alrededor de 1,3 millones de euros. En este caso, el amaño de partidos de fútbol fue detectado en el Estado de Victoria, el segundo más pequeño del país.
Entre las detenciones figuran varios futbolistas, mayoritariamente británicos, que formaban parte de la organización y cobraban unos cuantos miles de dólares como protagonistas en los arreglos. En ese sentido, sobresalen los nombres de David Obaze, Joe Woolley, Reiss Noel y Nicholas McKoy, todos jugadores del Southern Stars FC, hoy desempeñándose en la Victorian Premier League, la segunda categoría más importante del fútbol australiano.
Este hecho ahora está incluido en una serie de sucesos de dopaje y manipulación de apuestas deportivas millonarias que tienen lugar en Asia en torno al deporte de Australia, en los que participan redes criminales conformadas por deportistas, médicos y farmacéuticos. A principios de este 2013, un informe titulado “Crimen organizado y drogas en el deporte” había hecho alusión a todas estas cuestiones.