Sistema Ormond
Si bien habitualmente se lo relaciona con la Martinala a raíz de algunas marcadas similitudes, el Sistema Ormond se diferencia mediante una cuestión concreta: propone una idea mucho menos arriesgada y pujante que la popular Martingala.
Para lograr equilibrio y moderación a la hora de la toma de decisiones, esta estrategia plantea una fórmula con el fin de determinar el stake que se pondrá en juego. La fórmula es la siguiente: A = S x X + S. Detallando cada una de las partes, “A” es el stake que se le dará a la apuesta, “S” corresponde a la cantidad que se apostará y “X” es el número de apuestas erradas en el actual ciclo.
Entonces, con un stake de 1, la fórmula sería 1 x 0 + 1 = 1. Eso significa que el comienzo del ciclo sería con un stake de 1 unidad. En caso de fallar, la fórmula sería 1 x 1 + 1 = 2. Y de fallar nuevamente, 1 x 2 + 1 = 3.
De esa manera va fluyendo y variando una fórmula que, como otras, exige la puesta de límites y no sólo cuando se trata de pérdidas, sino también durante las rachas positivas. Por ejemplo, un saldo positivo de entre 5 y 7 unidades constituye un buen monto como para pensar en darle cierre al ciclo y recomenzar el proceso.
Para la utilización del Sistema Ormond, lo más recomendable es optar por cuotas que ronden los 2.00 (poco más o poco menos), lo cual ayudará a mantener cierta armonía y estabilidad en cuanto a los números.
Teniendo en cuenta que la cantidad apostada se incrementa al acumularse derrotas, el bankroll se acomoda bastante al cortarse una racha negativa con un acierto. De todos modos, la cuestión de los límites es particularmente importante ya que un período de errores demasiado duradero podría desembocar en la mismísima quiebra.
En conclusión, esta táctica es una alternativa más interesante para quienes están dispuestos a llevarla adelante con inteligencia, frialdad y sensatez. La lucidez en la toma de decisiones será concluyente.
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