El operador de apuestas británico William Hill sigue con su proceso de cerrar gran parte de sus locales de apuestas en el Reino Unido. Los últimos en cerrar han sido dos centros en la ciudad de Lincoln, población de 89.000 habitantes capital del condado de Lincolnshire.
A principios de este año, la casa de apuestas ya había confirmado que sus dos locales de apuestas en la localidad de Lincoln estaban en serio peligro de cierre antes del final de este año. Y no son los únicos que van a cerrar, ni mucho menos.
La casa de apuestas ya confirmó en su día que, tras la nueva regulación adoptada en el Reino Unido, su modelo de negocio basado en los locales de apuestas no tenía ningún futuro. Por ello, ya declaró que se iba a ver obligada a cerrar alrededor de 700 locales en todo el país, lo que podría suponer la pérdida de hasta 4.500 puestos de trabajo.
Todo ha venido tras la decisión del gobierno británico de reducir la apuestas máxima en este tipo de establecimientos a solo 2 libras, cuando anteriormente el límite estaba en 100. Obviamente, esto ha hecho disminuir drásticamente los ingresos de estos locales, los cuáles han dejado de ser rentables para la compañía británica.
De momento, William Hill no ha confirmado cuántos puestos de trabajo en el ámbito local se vana ver comprometidos por esta decisión, ni si los empleados podrán ser reubicados en otros establecimientos, pero no parece probable.
Está claro que la noticia de que William Hill cierre dos locales en una determinada localidad del Reino Unido no pasaría de ser una anécdota o una simple nota a nivel local, sino fuera porque son dos de muchos, un goteo lento pero inexorable que terminará, si nada lo impide, con el cierre de la mayoría de locales en suelo británico.
